
Siguiendo al maestro póstumo el mejor abanderado representante del tradicionalismo peruano que en vida fue un valiente apóstol de la verdad y con Santo Rosario en mano inflamó su espíritu combativo del cual nos deja huella de esa militancia que en la actualidad se ha perdido con tantos modernismos que ha afectado a la Iglesia pos-concilio.
El tema para estudio y reflexión es este parte de guerra es la Roma modernista ocupada por el sicariato de lucifer cuya fuerza imperante nos mueve y quiebra las columnas de la fe apostólica. Leamos detenidamente .