sábado, 19 de diciembre de 2015

PARTE DE GUERRA No 27 : EL NOVUS ORDO DE LA MISA HA CAUSADO >> UN DAÑO MUY GRAVE >> A LA IGLESIA, DICE RATZINGER”



EL NOVUS ORDO DE LA MISA HA CAUSADO >> UN DAÑO MUY GRAVE >> A LA IGLESIA, DICE RATZINGER”

<<La drástica manera como el Papa Pablo VI reformo la misa en 1969 provoco un daño muy grave a la Iglesia >>, escribe el cardenal Ratzinger en su autobiografía, titulada DE MI VIDA: Remembranzas de 1927-1977, concluidas en Italia a mediados de abril.

El Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe arguye que si muchos de los cambios litúrgicos fueron necesarios, la supresión de la Misa tradicional marco una <<brecha en la historia de la liturgia cuyas consecuencias solo han sido trágicas>> .Y agrega <<estoy convencido de que la crisis eclesial en la cual nos encontramos ahora, depende en gran parte del colapso de la liturgia>>.

El cardenal había criticado previa y específicamente los abusos litúrgicos, pero en su nuevo libro expresa su desacuerdo con el reemplazo total de una liturgia por otra cuando en 1969 el Papa Paulo VI público su Instrucción General sobre el Misal Romano revisando el orden de la Misa y oraciones conexas.

<<Yo estaba consternado por la proscripción de la Misa tradicional, >> escribe el cardenal, <<ya que semejante evolución no se ha visto en la historia de la liturgia. Daba la impresión de que esto era completamente normal. Si bien Papas anteriores habían reformado la Misa, siempre hubo un sentido de continuidad. Aun el Papa Pio V ( San Pio V) quien estableció el primer Misal Romano , normativo en 1570 siguiendo el Concilio de Trento , permitió e continuara con algunas liturgias preexistentes >> dijo Ratzinger.

El cardenal apunta que muchas de las reformas litúrgicas desprendidas del Concilio Vaticano Segundo representaron <<auténticas mejoras y un real enriquecimiento >>…Sin embargo, con la promulgación de la nueva Misa, <<algo más pasó: se desmátelo la vieja estructura y sus piezas se usaron para construir otra. El quid del problema, según Ratzinger, es que la reforma litúrgica fue presentada como <<una nueva estructura, opuesta a la que se había formado a lo largo de la historia. Esto dio la apariencia de que la liturgia no era un proceso vital en la historia de la Iglesia; más aún, un producto de conocimiento especial y competente jurídica,  todo lo cual nos ha significado un gran daño>>.

<<Da la impresión , dice Ratzinger , de que la liturgia es manufacturada, que no es algo que nos antecede , algo dado, pero que depende de nuestra decisión >>.El cardenal Ratzinger recomienda la acción inmediata urgente restaurar el daño :<<para la vida de la Iglesia es dramáticamente urgente restaurar la liturgia ya conocida, , una liturgia de reconciliación , que retome al reconocimiento de la unidad histórica de la liturgia , y que se entienda que lo del Vaticano II no es un rompimiento sino solo un incidente (sic) en el proceso de desarrollo>>.
*Catholic News Service.En The Latin Mass Society. Newsletter No.- 113 August 1997 .London WC-2B 5NH. Fax :(0171)831 5585 Traducción al español por Iuliana Loreto.

Nuestro comentario:
La muy importante confesión del Defensor de la fe abre las puertas de los templos católicos para que en sus altares se oficie la Misa tradicional, la de siempre, aquella que también es conocida como Misa tridentina, si bien el rito primigenio solo fue completado por la Iglesia con la asistencia del Espíritu Santo y canonizado a perpetuidad mediante la Bula Quo Primum Tempore por Antonio (Michele) Ghisleri, SAN PIO V, Papa, en 1570.
¿Qué dirán ahora nuestros obispos ¿Qué revolverán los superiores de las diversas órdenes y congregaciones religiosas? ¿Qué argüirán los revolucionarios, progresistas, liberales y masones que desde el mismo corazón herido de la iglesia han impedido el único culto que es grato a Dios? No podemos ocultarlo -! Están emplazados! O permiten sin cortapisas la Misa tradicional o serán juzgados inapelablemente por el Divino Salvador.
                                                                                   N° 160-VII, 1998

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